Normalmente no se le da la importancia que se debe a perder un diente y es importante que sepamos la evolución y consecuencias que puede ocasionar la pérdida de un diente.
La pérdida de un diente genera alteraciones en la boca que serán mayores, cuanto mayor sea el número de piezas perdidas y el tiempo transcurrido hasta su reposición.
En ausencia del diente, los alimentos dañarán la encía libre durante la ingesta, dificultando la masticación y produciendo irritaciones. Seguidamente, los dientes adyacentes y opuestos, intentarán ocupar el espacio vacío, y se irán inclinando poco a poco hasta encontrar el contacto perdido.
Eso hará que los puntos interdentales se abran, dificultando la higiene y facilitando la retención de alimentos entre los dientes, lo que incrementará la aparición de caries y la formación de sarro.
Además, el alimento empaquetado también favorecerá la aparición de la enfermedad periodontal.
Con el tiempo, el diente contrario tratará de encontrar a su opuesto y este irá perdiendo anclaje poco a poco. Habrá riesgo de movilidad e incluso podría perderse.
Finalmente el cambio de posición de los dientes hará que éstos se articulen incorrectamente, apareciendo contactos indebidos y sobre todo, cargas que producirán desgastes y dolor en los dientes y en la ATM.
Existen 3 formas de reponer esta pérdida dental:
– Implante dental.
– Puente fijo.
– Prótesis removible.
Sin duda, tu dentista te explicará qué tipo de prótesis es la más adecuada para tu boca. Al fin podrás hablar y masticar correctamente y tener una estética cuidada y aceptable.
Dr. Fco. Javier Ochando Cerdán